EL AGUA  

Es necesario mantener el sistema de agua sanitaria de vehículo, sea caliente y fría o solo fría, en óptimas condiciones tanto en lo que se refiere a la propia instalación (tuberías, bomba de agua, griferías, etc.) como a las condiciones higiénicas del conjunto, con el fin de garantizar un correcto funcionamiento del sistema y una óptima salubridad del agua. A este respecto, resulta muy indicativo el hecho de que la mayor parte de usuarios caravanistas no emplean el agua de a bordo para beber, sino sólo para el aseo personal y para cocinar. Esto es debido a la desconfianza en las condiciones de la instalación, en la medida que puede contener gérmenes nocivos para la salud. Esto resulta, por lo general, ser cierto debido precisamente a la falta de un mantenimiento apropiado, en especial de los depósitos, que en la mayor parte de los casos, bien por dejadez o por desconocimiento, no se limpien e higienizan correctamente. Mostraremos en este capítulo que el agua de abordo puede utilizarse para beber. Las instalaciones de agua que podemos encontrar en los diferentes vehículos de ocio pueden variar considerablemente de unas otras; mientras en algunos campers de pequeño tamaño encontraremos un sencillo sistema de agua fría alimentado por una pequeña bomba sumergible, en algunas autocaravanas podemos encontrar sofisticados sistemas de agua fría y caliente, alimentados por una o más bombas automáticas que incorporan filtros activos de agua, reguladores de presión, sistemas anticongelantes, etc. Por lo tanto, el nivel requerido de mantenimiento de estos sistemas está en función de su nivel de complejidad y el uso que se le da, si bien en la mayor parte de los casos la revisión es tan sencilla y de tan rápida ejecución que puede realizarla sin dificultad el propio usuario. Como siempre, aconsejamos que en caso de dudas o ante la existencia de un fallo de cierta envergadura que requiera la sustitución de un elemento de cierta complejidad solicitemos la asistencia de un técnico competente. Por otro lado, aunque el sistema de agua no presenta los requisitos como los comentados en secciones anteriores (sistema de gas, instalación eléctrica) por no afectar directamente a la seguridad de las personas, no hay que olvidar que el agua puede provocar daños de cierta consideración en el vehículo. En este sentido las compañías aseguradoras que más del 50 % de los daños y siniestros que ocurren en las viviendas, locales y oficinas son debidas a daños producidos por agua. Aunque de forma más limitada, este es extrapolare a los <<vehículos vivienda>> que nos ocupan.

REVISIÓN DE LOS PUNTOS DE SUMINISTRO DE AGUA. Antes de comenzar con la revisión es aconsejable llenar completamente los depósitos de agua limpia y cebar el circuito accionando durante unos instantes todos los grifos y flexos de ducha de a bordo. A la vez, observaremos el funcionamiento dichos grifos, que pueden ser eléctricos (en circuitos despresurizados) o de presión (en circuitos presurizados). Comprobaremos mediante sucesivos encendidos y apagados de los mandos de agua fría y caliente que todos los grifos y flexos de ducha funcionan correctamente suministrando a que en la medida habitual. Inspeccionaremos también la solidez de la unión del grifo con las encimeras y lavabos donde se encuentran encastrados, procediendo a apretar las tuercas desde el interior, si fuera necesario, y a sustituir las juntas de goma o silicona que se encuentren deterioradas. Si alguno de los grifos y flexo de ducha se encuentra deteriorado (grieta, mando pasado de rosca, etc.) o no se acciona correctamente, lo mejor será sustituirlo cuanto antes, especialmente si el circuito está presurizado, por el riesgo que existe de que la presión del agua termine por romper el grifo deteriorado.

REVISIÓN GENERAL DEL CIRCUITO DE AGUA.
Comenzaremos la inspección (si el circuito es presurizado, debe estar cebado previamente) comprobando visualmente y al tacto el estado de conservación tanto del circuito de agua fría como de agua caliente si la hubiere, con el objeto de observar si existe algún elemento en mas estado. Comenzaremos, por ejemplo, desde la conexión interior de toma de llenado (situada generalmente en un costado exterior del vehículo), siguiendo hasta el depósito de agua limpia (o depósitos) y continuando hacia el interior para llegar a los diferentes puntos de agua (grifos, flexos, calentador, etc.). Los tramos de tubería rígida o flexible, llaves de paso, filtros de paso, bridas de sujeción, conexiones rectas y en T, y abrazaderas dañados, oxidados o visiblemente deteriorados, al igual que aquellos tramos de PVC flexible transparente que se encuentren enmohecidos en su interior, deben sustituirse por nuevo material inmediatamente. Si existe un filtro aéreo (o de paso) instalado, lo desmontaremos y limpiaremos la malla filtrante bajo un chorro de agua fría. Comprobaremos también que el respiradero de los depósitos (tramo de tubo flexible que va desde el depósito hasta un racor de la toma exterior) se encuentra operativo: sin pisaduras ni obstrucciones que impidan su normal funcionamiento. La revisión de los circuitos de agua implica también la inspección de los siguientes elementos: Vaso de expansión y válvula antirretorno (generalmente sólo están presentes en circuitos presurizados). Respecto del vaso de expansión, observaremos que además de encontrase en buen estado y que el cuerpo está firmemente sujeto a la pared o suelo, al abrir uno de los grifos, la bomba no funciona inmediatamente, sino que se pone en funcionamiento a los pocos segundos de su apertura, lo cual indica que funciona correctamente. Para comprobar el funcionamiento de la válvula antirretorno necesitamos cebar el circuito por completo y observar las posibles pérdidas de presión realizando tres o cuatro pruebas sucesivas a intervalos de unas 4-6 horas. Al abrir un grifo observaremos el tiempo que tarda la bomba en arrancar, que debe ser similar cada vez. De no ser así, la/s válvula/s deben sustituirse por nuevas. Debemos recordar que un baso de expansión y una válvula antirretorno correctamente instaladas alargan la vida de la bomba de agua, a la vez que reducen considerablemente el consumo de la energía de abordo. Toma de llenado exterior. Comprobaremos que la junta de unión con la pared del vehículo está en buen estado, que el tapón con llave opera correctamente y que la etiqueta identificativa que indica que se trata de un depósito de agua es legible. En autocaravanas y campers, esto evitará la desagradable sorpresa de confundir la toma de agua por la de combustible o viceversa, hecho frecuente, y que tiene consecuencias económicas importantes al inutilizar por completo el depósito afectado. Si realizamos salidas invernales a zonas de montaña o esquí, la revisión del circuito se completará comprobando la capacidad de la instalación para resistir condiciones extremas de frío. Recordamos que la mayor parte de fisuras, grietas de tuberías y depósitos, y roturas de bombas exteriores de deben a la congelación del agua en su interior en períodos invernales. Así comprobaremos que los depósitos, tuberías y elementos exteriores se encuentran aislados con las correspondientes protecciones térmicas (coquillas, mantas térmicas , resistencias eléctricas 12 v anticongelación, etc.).

- REVISIÓN GENERAL DE SISTEMA DE AGUAS RESIDUALES Y DESAGÜES.
El sistema de residuales está formado por los desagües, depósitos de residuales y sus correspondientes válvulas de descarga. La revisión de estos elementos está encaminada a detectar posibles atascos, corrosión de alguno de los elementos citados, y, en muchas ocasiones, eliminar los malos olores producidos por aguas retenidas. Comenzaremos esta tarea descargando agua por los desagües de todos los puntos de agua (fregadero, lavabo, plato de ducha, etc.) con la intención de observar si los desagües sumen el agua a un ritmo regular. Una vez los depósitos de residuales se encuentren semillenos, comprobaremos que la descarga a través de las válvulas provistas para tal fin funcionan correctamente. Antes de descargar los depósitos de residuales aprovecharemos para observar si alguno de éstos sufre pérdidas. De ser así, y aun no siendo perjudiciales al propio vehículo pues caen directamente al exterior, debemos repararlas por las molestias que podemos causar a otras personas. Si observamos que por alguno de los sumideros no fluye agua de forma regular, o se atasca, procederemos a solucionarlo primero aplicando un poco de líquido químico de WC por el desagüe afectado y dejándolo actuar aproximadamente una hora. Al cabo de este tiempo si el atasco persiste podemos repetir la operación dos o tres veces más, o pasar a aplicar el alambre desatascador, siempre con cuidado de no dañar alguna conexión o tubería flexible. En ocasiones los depósitos de aguas residuales producen malos olores que pasan a través de los desagües al interior del habitáculo, produciendo las consiguientes molestias. Estos depósitos se limpian fácilmente con el líquido químico WC, aplicando una pequeña cantidad y llenando el depósito al máximo de su capacidad. Una vez tapados todos los desagües, la mezcla se dejará actuar durante 12-24 horas, procediendo luego a su vaciado en los lugares indicados para ello (WC normal, campings y otros puntos de descarga).
BOMBA DE AGUA.
Además de comprobar si la bomba funciona correctamente, operación que ya habría sido realizada en apartados anteriores, conviene comprobar si el caudal del agua suministrado por la bomba coincide con el indicado por el fabricante, que suele ser de 6 a 15 litros por minuto. Esto es sencillo de realizar: simplemente abriendo un solo grifo de la red y llenando sucesivas botellas cuyo volumen conozcamos previamente durante un minuto. Si además se trata de una bomba de paso, comprobaremos que las gomas antivibración de fijación al piso se encuentran en óptimo estado y correctamente fijadas (ni muy fuerte, pues produciría muchas vibraciones, ni muy sueltas, pues corre el riesgo de desprenderse la bomba). Si la bomba dispone de filtro incorporado, éste se limpiará siguiendo las instrucciones y recomendaciones del fabricante. Suele ser una operación muy sencilla (de unos pocos minutos). Las bombas sumergibles, exceptuando su limpieza superficial, no requieren un mantenimiento adicional.
INSPECCIÓN Y LIMPIEZA DE DEPÓSITOS DE AGUAS LIMPIAS.
Procederemos a inspección el estado de los depósitos de aguas limpias visualmente y al tacto, tanto en su exterior como en su interior, a la búsqueda de grietas, orificios, indicios y restos de humedad, verdín, etc. Los depósitos que tienen sondas volumétricas instaladas suelen sufrir ligeras filtraciones a través de los puntos de control del nivel (tuercas pasantes). Si observamos que las pérdidas son cuantiosas, procederemos a la sustitución de las juntas de goma y a apretar convenientemente los tornillos afectados. Por último prestaremos especial atención a las fijaciones de los depósitos, que deben estar en buen estado y soportándolos firmemente. De los contrario se corre el riesgo de que se desprendan con las vibraciones, baches, etc. Para disponer de un sistema de agua en su conjunto con "buena salud" limpiaremos los circuitos de agua fría y caliente y depósitos de la siguiente manera: Limpiaremos primero los depósitos de agua limpia a mano, a través de las propias bocanas de limpieza, y con un trapo suave mojado en agua. Eliminaremos cualquier resto de suciedad con un cepillo de cerdas de dureza media, y si es posible aplicaremos aire a presión en todo su interior. Enjuagamos los depósitos, cerrando las bocanas, llenándolos al máximo y vaciándolos después a través de sus válvulas de vaciado. Llenamos de nuevo los depósitos al máximo y vertemos productos higienizante tipo Micropur, en la dosis indicada por el fabricante para una desinfección profunda (Micropur 10.000 necesita 10 g de producto por cada 100 litro de agua a tratar). Abrimos todos los grifos del interior durante unos segundos a fin de cebar de agua todas las tuberías. Después dejaremos actuar el producto durante el tiempo indicado por el fabricante (generalmente 24 h), para luego vaciar los depósitos completamente. Pasado este tiempo, y si fuera necesario (depósitos muy sucios), repetiremos la operación de desinfección una o dos veces. Si vamos a hacer uso del vehículo inmediatamente después, llenamos los depósitos de agua limpia y vertemos productos higienizante en la dosis indicada por el fabricante para mantenimiento. El agua se encuentra ya higiénicamente limpia y lista para su consumo. La duración del producto higienizante suele estar en torno a los seis meses.
CALENTADOR DE AGUA.
En la sección relativa a la revisión de instalación de gas se analiza el funcionamiento del calentador de agua en relación con el gas. En lo relativo al sistema de agua que nos ocupa, comprobaremos ahora si este aparato cumple su función correctamente, esto, es calentar el agua a la temperatura requerida. Para ello es necesario proveerse de un sencillo termómetro (los de horno resultan especialmente baratos y útiles, y se venden en ferreterías) con el que mediremos la temperatura de salida de agua caliente, que debe reflejar un valor similar al suministrado por el fabricante para el modelo de aparato en cuestión. Si se observa un mal funcionamiento del aparato o un pobre rendimiento, la causa del problema deberemos buscarla en una inadecuada combustión del gas, lo que puede llegar a ser peligroso para las personas. Antes de cada uso y después de un período de no utilización más o menos largo conviene hacer funcionar el calentador progresivamente hasta su máximo de potencia, vaciando 3 ó 4 depósitos completos del acumulador (suelen tener una capacidad máxima de 10 litros), para arrastrar los restos de suciedad. PROCEDIMIENTO PARA PERÍODOS LARGOS DE NO UTILIZACIÓN DEL SISTEMA DE AGUA.
Acabado el período vacacional son muchos los caravanistas que estacionan el vehículo de ocio para no volver a utilizarlo hasta pasados 2, 3 o más meses. En estos casos es altamente recomendable realizar una serie de sencillas pero eficaces operaciones con el fin de que cuando volvamos a utilizar el vehículo, el sistema de agua lo encontremos en perfecto estado de conservación y prácticamente listo para su uso: - Realizar una limpieza completa de los circuitos de agua limpia fría y caliente, depósitos de agua limpia y del sistema de residuales, tal y como se describe en apartados anteriores. - Desconectar la bomba de agua, simplemente desconectando la conexión eléctrica del polo negado o retirando su fusible de protección. - Dejar abiertos todos los grifos y flexos de ducha interiores. - Retirar los tapones de todos los desagües. - Abrir las válvulas de descarga de los depósitos de agua limpia y residuales, descargando todo el agua de su interior. - retirar las tapas de las bocanas de limpieza de los depósitos. Guardarlas en lugar seguro del interior. Abrir las válvulas de descarga y proteger todas estas entradas mediante unos trozos de tela sujetos al cuello de la abertura mediante unas simples gomas elásticas, con el fin de evitar la entrada de insectos y pequeños animales. De esta manera, todos los circuitos se encuentran vacíos (sin riesgo de congelación del agua), despresurizados (los elementos no sufren tensión), y abiertos (para facilitar el secado de aguas retenidas).
RECOMENDACIONES FINALES.
Recomendamos a aquellos usuarios campistas que posean vehículos de cierta antigüedad, la conveniencia de actualizar aquellos elementos de la instalación de agua fundamentales para su óptima salubridad, tales como los tramos de tubería flexible enmohecidos en su interior, depósitos con restos incrustados, etc. Aprovechamos la ocasión para recomendar también la oportunidad de instalar un sencillo filtro de paso que detenga los pequeños objetos que pudieran entrar en el circuito (existen modelos que incluyen válvula antirretorno y se instalan en menos de 10 minutos desde 18 €), y por supuesto la utilización de un producto higienizante como Micropur. Creemos que vale la pena disponer de un mayor nivel de confort e higiene en nuestra segunda residencia.